Reto semanal Semana módulo 4
OPCION 1: ¿qué podemos hacer cada una de las personas, desde nuestra posición como empleadas o empleados públicos, para impulsar la igualdad de trato y no discriminación? Os pedimos que redactéis una reflexión libre (tanto en extensión como en formato) en vuestros Diarios de Aprendizaje, y la entreguéis como tarea.
Para terminar el curso concienciándome en impulsar la igualdad de trato y no discriminación he elegido la opción primera del reto semanal entregable correspondiente a la semana cuarta.
La pregunta sobre qué puedo hacer, desde mi puesto de trabajo y posición para impulsar la igualdad de trato me interpela a la acción y se me plantea como un mandato directo a ser agente del cambio dentro de la Administración Pública.
En primer lugar, como he tenido la oportunidad de conocer en este módulo, uno de los retos en nuestro país para construir sociedades libres de discriminación es mejorar en conocimiento sobre la materia, así como formar y capacitar al personal de las AAPP en la misma. Considero que mi voluntad por formarme en este tipo de contenidos y elegir este curso y no otro de los muchos que oferta el INAP a través de su plataforma de formación ya es un primer paso para impulsar la igualdad de trato y no discriminación dentro de mi organización.
En segundo lugar, concretando sobre acciones para impulsar la igualdad de trato y no discriminación me comprometo a informar a la ciudadanía que acude al Fondo de Garantía Salarial e ilustrarla sobre sus derechos en relación a cada una de sus necesidades.
Igualmente, desde mi posición puedo solicitar al departamento correspondiente de mi organismo que se mejore la accesibilidad física en la entrada de nuestras oficinas, pues existe un escalón que supone una barrera a la accesibilidad de personas en sillas de ruedas, carritos, personas mayores o cualquier persona que tenga limitada su capacidad para desplazarse.
Además, puedo solicitar y proponer que en el Fondo de Garantía Salarial exista un recurso corporativo que permita la traducción simultánea y sirva como garantía de que todas las personas que necesiten solicitar y tramitar sus prestaciones de garantía salarial puedan acceder a ellas. Bien sean intérpretes presenciales o servicios de traducción telefónica que ayuden a lograr ese objetivo.
En adición a lo anterior, puedo promover la oficina como “servicio público accesible” simplificando los términos jurídicos más complejos que la población desconoce por un lenguaje sencillo que facilite la lectura fácil y la comprensión por parte de personas con discapacidades cognitivas o intelectuales.
Por último, no hay duda de que acudiré a los servicios y recursos disponibles si veo cualquier tipo de discriminación racial, étnica, por razón de la orientación sexual, por la propia identidad etc. en mi propia oficina, si presencio cualquier delito de odio o conozco a alguien que esté sufriéndolo.
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